La historia de un viaje de apoyo moral que acabó en viaje culinario

Bueno, tal y como conté en la otra entrada, fui a ver el partido de La Roja, que a partir de ahora la deberían llamar ''La Roja de Vergüenza'', mas que nada por el espantoso partido que nos ha ofrecido. ¡En qué cabeza cabe que hayamos perdido contra Suiza!. Simplemente increíble... Gracias a ''lo que sea'' lo voy asimilando; es que no me queda otra.

Llegué a la Estación de Autobuses de Mérida y empecé a preguntar por McDonalds:

-''Disculpe, ¿El McDonalds?'' dije yo tremendamente emocionado.

-''Esta calle la coges toda recta, ¡hasta el final!, cuando pases una rotonda te metes a la izquierda y ya estas allí'' me dijo el encargado de Información de la estación, ¡maldito petardo!, menos mal que no me hice caso de él...

Salí de la estación hambriento y como aquel señor no me inspiraba demasiada confianza, saqué el teléfono móvil, le dí al Menú (casi me lo como) y me guié por el Navegador Nokia en plan superviviente por las calles romanas. He de admitir que esa situación me gustaba. Imaginaros, era yo contra el mundo y si llegaba a McDonalds andando yo solo iba a ser un héroe, ¡a lo César!.

Me puse mi música, y aunque el camino era largo y pensé en llamar a un taxi, saqué fuerzas de flaqueza y continué andando. Hacía mucho calor, pero me daba igual; soy un ''tío fuerte''.

Conseguí llegar a McDonalds y estando en la puerta... ¿Chema?, a ver dónde se ha metido este... Cojo el teléfono: ''Chema, ¿dónde estás?''. ''En la puerta de Carrefour'' me responde. ''Vente ya, anda, que me muero de hambre'' le contesté. Tras esperar un buen rato en la cola, pedimos y pasó algo un tanto embarazoso. Pues bien, detrás del mostrador de mi Iglesia aparece una chica guapa, sí, ¡guapa!, la primera dependienta de McDonalds guapa y me dice: ''¿qué te pongo?'' y por un momento se me pasó por la cabeza decirle: ''Sí, mucho''. El caso, que le digo: ''Ponme 6 hamburguesas de 1€'', a lo que esta contesta con una sonrisa: ''¿Cuántas me has dicho?''. ¡Venga, no me jodas!, ¿soy la única foca que se ha pedido 6 hamburguesas?; sería nueva... Le digo sonriendo: ''Sí, seis''. Y más tarde dijo lo primero que le enseñan a decir en McDonalds: ''¿Algo más?'' a lo que respondí rápidamente: ''Sí, patatas y Coca Cola grande''.

Nos lo sirven y, acto seguido, pagamos. Chema, con la tranquilidad y serenidad que le caracteriza, deja caer la bandeja a plomo en la mesa, ¡y se me calleron cinco patatas al suelo!. ''No pasa nada, Chema'' le dije. Pero no se quedó ahí. Chema pidió una ensalada que por huevos tenía que ser agitada de una manera descontrolada. La agitó de tal modo que acabo parte de su ensalada en tres de mis hamburguesas como por arte de magia. ''Qué diíta'', pensé.

Cuando salimos de McDonalds me pude caer de frente debido al abultado peso de mi barriga; ¡increíble el volumen de esta!. Cogimos el autobús urbano para llegar a la universidad, destino, al menos en un principio, de mi visita. Allí vimos el ''fútbol''; ¡vaya mierda de partido!.

En fin, sé que estás pensando que menos mal que solo queda un párrafo para que acabe esto, así que por joder, escribiré tonterías: pito, chocho, culo, tetas, pene, rabo, chumino, verga, nabo, pepe, conejo, pepino, ano, pis, caca...

MORALEJA: TODOS BUSCAMOS LA FELICIDAD, Y SI YO LA ENCUENTRO COMIENDO, ESE ES MI PROBLEMA

RÉCORD EN MCDONALDS DE KILY:

- 10 hamburguesas de 1€

- 20 nuggets

- Patatas fritas grandes

- 2 Coca Cola grande

- McFlurry de Kit Kat

- Sundae de caramelo

Para que no os llevéis una idea equivocada de mí (de obeso y comedor compulsivo), os pongo una foto mía en mi Iglesia:

Yeah, that's me!